viernes, 15 de julio de 2016



el arte de enseñar











La relación profesor-alumno y la enseñanza impartida en el aula son el origen del éxito o el fracaso escolar, sean cuales fueren los proyectos de una escuela, los medios legales, los orientadores o las actividades extracurriculares. MARLAND resalta, en esta obra, la radical importancia de la figura individual del profesor en la educación, en la enseñanza práctica y en la problemática real de ayudar al alumno. El éxito del profesor individual depende de algo más que de una notable personalidad y de su erudición. Existe un «arte» para dirigir al grupo en el aula -cada profesor debe ser eficiente en este aspecto- y es estimulante saber que esta habilidad puede ser adquirida. El objetivo primordial del presente volumen se centra en el aprendizaje, práctica y perfeccionamiento de este «arte de enseñar».



               





Habitualmente cuando se habla de educación se la concibe como uno de los instrumentos más poderosos para mejorar el bienestar de las personas. Y los argumentos que sustentan tal posición suelen ser los siguientes: la educación permite que la gente desarrolle sus habilidades, destrezas y capacidades; contribuye a que los seres humanos participen activa y conscientemente en el mejoramiento de su entorno familiar, comunitario y social; cuando las personas cuentan con más y mejor educación, aumentan las posibilidades de llevar una vida prolongada, saludable y de buena calidad; finalmente, se argumenta que la educación es un factor que influye en la reducción de la pobreza y la exclusión social, así como en la construcción de sociedades más democráticas, tolerantes, estables y pacíficas.
tomado de: http://www.alainet.org/es/active/55737, http://www.edmorata.es/libros/el-arte-de-ensenar








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